8 de junio de 2010

En vísperas del bicentenario


Junio de 2010, el mes número seis de un año cabalístico, de expectativa, de esperanza, de ciclo, de confrontación, de movimiento, de historia, de temor. Entramos al año en el que la quimera de libertad de nuestra conciencia nos exige cuentas.

Ciertamente, afirmar que algún movimiento social se presente en nuestro país, por haber ya pasado doscientos años de nuestra Independencia y cien de la Revolución, es aventurarse a crear un sentimiento de paranoia colectiva que no debe pregonarse. Es verdad, o al menos eso está grabado en la literatura, que la historia de nuestro país es cíclica. Parece que no se aprende la lección y se siguen cometiendo los mismos errores del pasado.

Pensar que pueda ocurrir algo en este 2010, no suena tan descabellado como parece. Todo esto en el tenor de que la gran mayoría de la población muestra cierto inconformismo con lo que sucede a nuestro alrededor, desde problemas económicos a sociales, porque todo este entorno no deviene de una crisis por una mala planeación económica, proviene de una crisis de la cultura y del pensamiento.

Tal como ocurrió durante la revolución, en la que Octavio Paz conjeturaba que nos dimos cuenta de nuestra historia y nos interesamos por nosotros mismos, el día de hoy la situación se repite, por lo que buscamos de nueva cuenta apropiarnos y madurar como pueblo. Venimos arrastrando un proceso revolucionario, no de las clases obreras, sino de la burguesía, una revolución que instauro una democracia, que desde entonces sólo beneficia a unos cuantos.

¿Será que ya es hora de que la verdadera revolución se ponga en marcha? El material humano e intelectual parece no estar ausente, sin embargo, no está esa unidad y comunión que es necesaria para un verdadero cambio. Debemos dejar a un lado protagonismos, diferencias e ideologías; no somos los de azul y los de rojo, los que se alimentan de pan y los que miran la tierra en busca de fósiles, no somos los que escuchan música popular y los que prefieren las óperas;  somos los que no se conforman y quieren un cambio, los que piensan en igualdad de oportunidades, los que creemos que la educación es la mejor arma para combatir la delincuencia y la pobreza, los que saben que la violencia sólo genera más violencia, somos la esperanza y el motor de las revoluciones.

PD:
El pueblo mexicano no necesita de proyectos disfrazados para salir adelante. Recientemente el duopolio televisivo y otros tantos medios de comunicación apoyados por la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional han lanzado lo que ellos llaman “Iniciativa México”, una propuesta que pretende realizar y llevar a cabo lo que al Estado le corresponde. Ocurre pues que esto sea una estrategia más para evadir impuestos o que también aprovechando la cortina de humo mundialista puedan manipular y enriquecerse sobremanera sin que nos demos cuenta de ello.

Por eso, la “iniciativa México” somos nosotros mismos, no lo que las televisoras que tanto se han encargado de ocultarnos información, quiere que sea. Si se busca el bienestar adelante, pero como a simple vista todo esto despide el aroma fétido de las “mala intenciones”, es algo no tan verosímil a juicio a priori de los mexicanos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ᐈ Casino Site Review & Welcome Bonus 2021
The best casino site on our list ✓ luckyclub.live Great deals on Slots, Roulette, Blackjack, Video Poker & more. ✓ Always up to date on customer reviews. Rating: 3 · ‎Review by LuckyClub.live