La época actual, por las
condiciones socio-históricas, necesita de un cambio en el manejo de la
información urgentemente. El consumismo descontrolado, el egoísmo y desprendimiento
hacia la naturaleza han hecho que el hombre en casi cerca de los doscientos
años de capitalismo consumiera los recursos naturales formados durante la
historia de nuestro planeta. Lo anterior obedeciendo a formas de producción y
explotación imperialistas, en los que el aspecto económico es primordial a la
salud y bienestar de la clase explotada.
Es aquí en donde la labor del
comunicador se convierte en el foco central, en primera instancia y como se ha
manejado en el año reciente a raíz del “Encuentro de intelectuales por la paz y
la preservación del medio ambiente” realizado el 10 de febrero de 2012 en el
marco de la Feria Internacional del Libro en Cuba, por ser los medios de
comunicación el segundo poder en la actualidad, desplazando el poder político
que pasa a tercer término y dejando en como el primero a la globalización.
La explicación radica en lo
siguiente: el primer instrumento controlador es el llamado globalización, ese
que se ha metido en los huesos de todas las regiones del mundo y que maneja la
información como una mercancía (a pesar de que la misma no genere costo alguno),
se convierte en mercancía ya que al sistema no le importa informar con calidad
sino con cantidad, sin importar el contenido de los mensajes, a mayor demanda
de información mayor control sobre la sociedad a la que informan. El segundo
punto se sostiene con una falsa llamada libertad de expresión, esto quiere
decir que no es que se haya avanzado hacia un momento en que toda idea pueda
ser dicha sin temor alguno, no es porque se permita hablar mal del gobierno o
poner en duda los hechos del presidente y remarcar sus errores, los medios de
comunicación, transfusores de la globalización, tienen a su cargo el poder
elegir al gobernante que mejor vaya para sus propios intereses por lo que tiene
en sumisión al poder político, ya que basta una noticia para terminar con la
carrera de alguien.
Ante lo anterior, en nuestro
país, no existe un medio que sirva a la verdad, que vaya más allá de
desintereses, el más cercano a ello es La Jornada, no obstante, aun cuando la
situación se torna densa por no poder derrocar con facilidad los monopolios,
aparecen ante nosotros las redes sociales, instrumentos de los cuales hemos
hecho uso erróneo, pues en ellos es donde puede y debe surgir la verdad para
poder salvar nuestro panorama actual.
Debemos seguir en busca de este
movimiento y no dejarnos persuadir por medios que saben de antemano que nos ven
como una mercancía más, un símbolo de dólares para sus bolsillos. Es momento de
construir una sociedad en la que el hombre no sea explotado por el hombre, en
donde la información no sea manipulada por terceros y en busca de complacer un
sistema obsoleto, contaminado y en decadencia como el capitalista. Si seguimos
en esta actitud estamos condenados a la extinción de nuestra raza, ya que las próximas guerras
serán por el poder, el flujo y los tintes de la información.