A Mariana
Esta es la crónica de una historia inédita, jamás contada. Pasa de todo, siempre y cuando yo decida que así pase, al final de cuentas yo soy quien la escribe y quien la cuenta. Si quiero que esta historia tenga un final trágico lo tendrá, si deseo contar una anécdota de odio y de amor lo haré a mi antojo y placer, sin embargo, las cosas deciden que pululé alrededor de las cosas del corazón y de los sentimientos.
Es por eso que las líneas las dedico a la persona que físicamente está conmigo llevando a mi cuerpo a un mar de sensaciones nunca antes experimentadas, a esa persona, que es la misma, que en esencia me ha brindado incontables alegrías y llenado el espíritu de una gallardía inalcanzable.
De un lado la mujer que en vida este simple mortal había soñado tanto, que aparece en la mente de quien escribió esto no solamente las 24 horas del día, sino que se inventa una más para poder contemplarle de manera extra. Esa mujer que va llenando con su voz el aire que va recorriendo mis oídos, que penetra en lo más profundo de mi corazón para darle potencia a mis pulsaciones, ocupando cada espacio que hay en mi cuerpo, luz que se niega apagarse por más lúgubre que sea la situación, agua que moja y remoja lo que ya esta enmohecido para que crezca una nueva flor.
Del otro lado un hombre que da la vida por la mujer mencionada, que no escatimaría esfuerzo alguno por arrancarle una sonrisa, por arrebatarle una carcajada. Un hombre soñador y hasta cierto punto iluso, que aspira a transformar el mundo, aunque sea el mundo que lo transforma a él. Que entrega y dedica cada letra que sale de su pensamiento y de su corazón a esa mujer mística y amada.
Entre más se habla acerca de ellos, menos se puede llegar a conocer, por eso hablo poco para que se comprenda la grandeza del amor que se tienen, un amor que crece fuertemente dentro de los dos; un amor, que no cualquiera puede llegar a comprender. Este es un amor inédito nunca antes visto, ni sentido por nadie, por eso no puede contarse mucho de él, porque entonces todos quisieran tener un amor inédito… aunque suene egoísta, amor inédito sólo hay uno, y ese es el nuestro.
Esta es la crónica de una historia inédita, jamás contada. Pasa de todo, siempre y cuando yo decida que así pase, al final de cuentas yo soy quien la escribe y quien la cuenta. Si quiero que esta historia tenga un final trágico lo tendrá, si deseo contar una anécdota de odio y de amor lo haré a mi antojo y placer, sin embargo, las cosas deciden que pululé alrededor de las cosas del corazón y de los sentimientos.
Es por eso que las líneas las dedico a la persona que físicamente está conmigo llevando a mi cuerpo a un mar de sensaciones nunca antes experimentadas, a esa persona, que es la misma, que en esencia me ha brindado incontables alegrías y llenado el espíritu de una gallardía inalcanzable.
De un lado la mujer que en vida este simple mortal había soñado tanto, que aparece en la mente de quien escribió esto no solamente las 24 horas del día, sino que se inventa una más para poder contemplarle de manera extra. Esa mujer que va llenando con su voz el aire que va recorriendo mis oídos, que penetra en lo más profundo de mi corazón para darle potencia a mis pulsaciones, ocupando cada espacio que hay en mi cuerpo, luz que se niega apagarse por más lúgubre que sea la situación, agua que moja y remoja lo que ya esta enmohecido para que crezca una nueva flor.
Del otro lado un hombre que da la vida por la mujer mencionada, que no escatimaría esfuerzo alguno por arrancarle una sonrisa, por arrebatarle una carcajada. Un hombre soñador y hasta cierto punto iluso, que aspira a transformar el mundo, aunque sea el mundo que lo transforma a él. Que entrega y dedica cada letra que sale de su pensamiento y de su corazón a esa mujer mística y amada.
Entre más se habla acerca de ellos, menos se puede llegar a conocer, por eso hablo poco para que se comprenda la grandeza del amor que se tienen, un amor que crece fuertemente dentro de los dos; un amor, que no cualquiera puede llegar a comprender. Este es un amor inédito nunca antes visto, ni sentido por nadie, por eso no puede contarse mucho de él, porque entonces todos quisieran tener un amor inédito… aunque suene egoísta, amor inédito sólo hay uno, y ese es el nuestro.
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