Nos parieron del mismo modo,
venimos de las entrañas de una mujer
y por dentro tenemos los mismos órganos.
Tengo dos ojos que ven alrededor,
que lloran la injusticia
y que se enrojecen por el dolor.
Tengo dos manos que acarician,
que se afianzan a la tierra
para sembrarla y hacerla germinar.
Tengo dos piernas que recorren
veloz y pausadamente el mundo,
que ansían estar en todas partes.
Tengo una espalda para cargar
el peso de un abrazo, y aguantar
una piedra sobre mi lomo.
Tengo dos pies que dejan huella
en la arena de las playas,
y que caminarían sin descansar.
Tengo una boca que grita libertad,
que exige igualdad, que no se calla,
que dice tu y yo somos iguales.
Somos hombres, mujeres o niños,
y aunque nos falte algo seguimos siendo...
yo soy con lo que tengo y lo que no
y tu eres de la misma manera,
sin importar la cultura, la raza o el color,
el idioma, la edad o la religión.
Edgar Mora
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