Era evidente, no contamos con las medidas sanitarias adecuadas para contener una epidemia de estas dimensiones, se los advertí y no quisieron utilizar el domo gigante para encerrar a los chilangos, pero hablando en serio, es un tema muy delicado, que trasciende más alla de un problema sanitario, sino económico y social, lo primero al que muchos países ya le han cerrado las puertas a productos provenientes de México, especialmente en Asia, donde ya saben como es este tipo de ambientes y no estan dispuestos a correr el riesgo, lo que significa perdidas millonarias, además de las personas que no acuden a sus empleos; socialmente, imaginemos hipoteticamente, aunque por más que nos digan que tienen los medicamentos y vacunas suficientes, que se terminen, el bienestar del pueblo estaria en juego, imagenese el pandemonium por conseguir medicinas, además educativamente significa un retraso en el cumplimiento académico, días que finalmente se terminaran pagando en las vacaciones de verano. Por cierto, somos un país que también depende del turismo economicamente, y la influenza no es un atractivo para el turista.
Anunciar en el DF, Estado de México y San Luis Potosí, que las clases se suspenden hasta el 6 de mayo, nos habla de que nos afrontamos a un tema de una gravedad titánica. Al final del día nos quedara hacer caso de lo que nos diga la Secretaria de Salud, acatar recomendaciones, visitar al médico al primer sintoma y no automedicarnos, podría ser fatal.
Y lo que pareciese una cortina de humo, a las que nos tienen acostumbrados, pero esta vez si es real, me trago mis palabras, pero señores del gobierno hagamos bien las cosas, entiendo que quizás el sistema no nos da para evitar que se propague, y no es motivo alguno para comenzar con nuestra chilangofobia y culparlos, para nada no tiene razón de ser, sabemos que el mexicano tiende a la histeria colectiva, ve una enfermedad nueva y cree padecerla, se psicotiza y autosugestiona, mantengamos la calma, actuemos maduramente a la situación, y aunque bien se presta a bromas, como la que puse al inicio del articulo, es algo que ya esta en todo el país que nos atañe a todos, hagamos caso de las recomendaciones y aunque parezcan no suficientes de alguna u otra forma pueden ayudar.
En tiempos de crisis nos vino Dios a mandar esta enfermedad, y no es hora de preocuparnos por elecciones, sino de como vamos a levantarnos de los estragos que nos va a dejar esta epidemia, recordemos las perdidas economicas que va a dejar, las crisis sociales, etcetera.
Cuidense mucho, y ojala pueda ver un Hasta la proxima.
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