22 de mayo de 2009

El país tiembla.

"En verdad hay cosas que ni el mismo Dios entiende, aunque las haya creado el mismo"
José Saramago


Cómo el titúlo lo sugiere, el país tiembla, literalmente, y aunque suene trillado, nuestra nación a repondido de esa forma en estos días frente a las, llamemosle "malas noticias" que encierran (otra vez literalmente) y afectan a nuestra sociedad.


Y no es que se tiemble de miedo, para nada, es más, el país tiembla porque ya esta hasta la madre de las estupideces que ocurren dentro de él, con las personas que lo habitan y con las personas que lo mal-manejan, por las idioteces que le hacemos a los recursos con los cuales nos ha bendecido, y que mala y desafortunadamente seguiremos desperdiciando bajo la insulsa premisa de "mientras no se acabe" o "y a mí qué me importa, ni ocupo de eso", pero será tipico, como en la mayoría de los casos, que ya ahogado el niño queramos tapar el pozo.


En serio, como dice la frase que encabeza este texto, hay cosas que ni el mismo Dios entiende, aunque las haya creado, y aquí es cuando comienzo a dudar que ese ser superior nos haya creado a su imagen y semejanza, porque no creo que "el señor" sea autodestructivo y no tenga totalmente desarrollada su capacidad de conciencia: social, ecologíca, ambiental, etcetera. No creo que nos haya hecho asi, porque entonces, qué clase de Dios, popularmente, estamos venerando.


Temblores, sismos, huracanes, con la diferencia de que estos ultimos si pueden ser pronosticados, afectaran al país este año, como lo han venido haciendo desde que Dios invento el tiempo, y no es de alarmarse que los viviremos bajo una epidemia de influenza A/H1N1, en tiempos de crisis, en campaña electoral, son condiciones que ya se han vivido antes, sólo que ahora tenemos mayor acceso a la información, a veces mal manejada, lo que nos permite conocer más sobre el contexto en que vivimos.


Y mientras son peras, temblores o epidemias, el país tiene que continuar su vida cotidiana, sus haberes, después de todo, es lo mejor para volver a la normalidad. Rezaba mi ya fallecida abuelita: que cuando hace calor, sino llueve tiembla; aplicable en estos momentos, dejemosle a consideración, ya saben lo oldies esta de moda. Hasta la próxima.

No hay comentarios: