En mi opinión.

El virus de la influenza humana es una mutación del virus del oportunismo, del virus de la ignorancia, del virus de la incertidumbre y del virus de la manipulación. Sería un grave error de mi parte tomar partida de un discurso en el que no tomara en cuenta ambas versiones manejadas hasta el momento, la de los medios y la de los radicales, que tengo alguna inclinación y afinación hacia alguna es evidente y notorio para el lector si es que ha seguido las publicaciones hechas anteriormente. No puedo negar la existencia de la enfermedad o de un brote de ella, sería atentar contra la integridad de la sociedad, no podría decir que no hagan caso y que todo es una cortina de humo; pero tampoco puedo negar que detrás de todo esto hay un oportunismo terrible de proporciones gigantescas.

Soy de la postura de los que cree necesario que surja la crítica, pero no solo una crítica que propicie el pensamiento crítico, sino una crítica que sea la base para un cambio, ese cambio que se va forjando desde la mente, pasando por las actitudes y en general en una actitud de renovar, de mejorar, de poner nuestro granito de arena.

Opiniones y discursos siempre pueden cambiar, por la emotividad de quien lo vive y el momento, atendiendo a sus motivaciones e intereses, porque al final del día todos defendemos algo, desde los que defienden los derechos de su pueblo hasta los que defienden a capa y espada a su partido, y aunque tratemos de ser lo más objetivos posibles, nuestras formas de pensar, nuestra personalidad, todo el conglomerado de detalles que nos distingue de los demás, se plasma en el discurso, en lo que decimos y en como actuamos. Todo va lleno de emotividad, porque es lo que nos diferencia de los demás seres, las emociones le dan un significado distinto a la intencionalidad.

Hasta la próxima, y gracias por visitar el blog, recuerda que las opiniones, comentarios y críticas son bienvenidas.